.-Primeros perros de búsqueda
y rescate.
En el paso de montaña del gran monte St. Bernhard, a 2.469
metros sobre el nivel del mar, unos monjes fundaron en el Siglo XI, un hospicio
para viajeros, y peregrinos. Allí se criaron, desde mediados del Siglo XVII,
perros grandes de montaña para guarda, y vigilancia.
La existencia de aquellos perros está documentada gráficamente
desde 1.695, y por escrito, en una crónica del hospicio desde el año 1.707. Estos
perros pronto se utilizaron como perros escolta, y especialmente como perros de
salvamento para viajeros perdidos en la niebla, y la nieve.
Existen crónicas publicadas en muchos idiomas, sobre las
numerosas vidas que fueron salvadas por estos perros de morir en la nieve, la
famosa muerte blanca, y relatos de soldados que cruzaron el paso de montaña con
Napoleón Bonaparte hacia el 1.800, que extendieron la fama del perro
de San Bernardo por toda Europa.
Los primeros perros de rescate reconocidos fueron los
antepasados del actual San Bernardo. Perros que eran propiedad de los monjes de
los hospicios de la abadía de San bernardo en Suiza, y eran descendientes de
los Molosos de los soldados Romanos, o también llamados, perros de carnicero. Aunque
los monjes siempre han asegurado que sus perros eran el resultado del cruce de una doga alemán
y un mastín del pirineo.
A mediados del siglo XVIII los monjes comenzaron a utilizar
sus perros para el rescate.
Los monjes de los hospicios empezaron a utilizar a los
perros sagrados puramente como animales de protección hasta que en 1.750 uno de
los monjes se dio cuenta de su potencial, y empezó a adiestrarlos para tareas
de salvamento. Gracias a su excepcional olfato, estos perros eran capaces de localizar a una
persona enterrada bajo varios metros de nieve Y con su tremenda fuerza física,
conseguían abrirse paso hasta ella. También eran capaces de oír los gritos de
auxilio desde grandes distancias.
Se calcula que alo largo de los siglos los monjes, y sus
perros, salvaron a unas 2.000 personas atrapadas en la nieve, localizando además
más de 200 cadáveres que aún yacen en las criptas del hospicio.
Hoy día estos monjes siguen criando San Bernardos, aunque no
los utilicen para rescate.
En la primera guerra mundial los alemanes utilizaron perros
de búsqueda para localizar a los soldados heridos en las zonas devastadas por
las batallas.
Igualmente en la segunda guerra mundial, también fueron
utilizados por los Británicos para salvar a los suyos de entre los escombros de
las ruinas que habían provocado los enfrentamientos bélicos.
Esta faceta ha ido desarrollándose y perfeccionándose a través
del tiempo, y ha convertido al perro en un instrumento muy valioso para la
sociedad.
.-Razas de perros de búsqueda
y rescate.
No existe una raza específica para esta modalidad. Puede ser
un perro con pedigree, un mestizo, un labrador, un pitbull, un rottweiler… lo
que nos debe interesar son sus características, ya que son estas las que
aportan su mayor, o menor predisposición para el trabajo de búsqueda, y
rescate.
.- ¿Por qué se
utiliza el perro de búsqueda y rescate?
Porque realmente no existe tecnología capaz de superar la
efectividad, y rapidez del perro.
El perro de búsqueda y rescate es compañero de trabajo del guía,
no es simplemente un perro cualquiera y mucho menos un perro de compañía. Es la
mitad del binomio que forman guía y perro.