Consejos para dueños de perros que
esperan un bebé.
Cuando
somos propietarios de un perro, y esperamos la llegada de un bebé, es muy
normal preocuparnos por la reacción que tendrá nuestra mascota cuando el niño
llegue a casa. Por ello debemos tomar una serie de precauciones, que harán que
podamos disfrutar de la convivencia familiar. No debemos exagerar ni dramatizar
la situación, pero hemos de tener claro que debemos entender la situación que
implica la aceptación por parte de nuestro perro, de un nuevo miembro en
nuestra manada.
Antes de la llegada del bebé.
-Adiestramiento en obediencia básica.-
- Es imprescindible que nuestro perro aprenda a caminar a
nuestro lado sin tirar de la correa. El motivo, como entenderemos, no solo es para
que los paseos sean más satisfactorios y tranquilos, si no que así podremos
pasear al bebé en su carrito, y al mismo tiempo nuestro perro podrá
acompañarnos. La orden “junto”, es por tanto indispensable.
- También debemos trabajar con él la orden de “quieto”, para
que nos sea más sencillo controlarlo en diversas situaciones, tales como abalanzarse
encima del niño para curiosear, o sobre nosotros para jugar, cuando no queremos
que moleste al bebé si está durmiendo. Unos buenos “frenos”, hacen maravillas.
-Llegada del bebé a casa-
No debemos dejar a nuestro perro solo en casa.
Es preferible si no somos capaces de estar con él en los primeros días desde
que llega el bebé, ya sea estando en el hospital, o en el delicado proceso de
la llegada del bebé a casa, no debemos dudar de que nuestro perro se puede quedar
con un familiar, o un amigo. Hemos de entender que para el perro no será algo
molesto, la mente de un perro es como la de un adulto humano no desarrollado, o
sea, la de un niño, para él será como quedarse a dormir en casa de los tíos. La
base para entender el proceso que debemos seguir es simplemente, que ha de ser
un proceso progresivo para que el perro se adapte. Para ello unas simples directrices
nos ayudarán mucho.
-Llevar una manta, o toalla con el olor de nuestro bebé a
casa es muy recomendable. Mientras le mostramos a nuestro perro la prenda, si
jugamos con él, y le ofrecemos premios, y le acariciamos para que asocie el
olor del bebé con experiencias positivas, nuestra mascota será capaz de reconocer
más tarde dicho olor con el de alguien que ya pertenece a su entorno, y no le
causará extrañeza.
-Otra de las acciones más importantes que debemos realizar,
es llevar el perro al veterinario para recortarle, y limarle las uñas, hacerle
una revisión y asegurarnos de que lleva puestas las vacunas al día, y que cada
tres meses se ha desparasitado internamente. Toda medida sanitaria es poca con
nuestro bebé, pero también con nuestra mascota. Vamos, la revisión general que
por norma debe llevar nuestro perro.
-Debemos dejar que nuestro perro se acerque al bebé, e
investigue sobre quien es el nuevo miembro de su manada. Por supuesto, siempre debemos
estar atentos para que el perro, sin querer, no pueda lastimar al bebé. Es
importante en dicha acción, estar relajado mientras se realiza la presentación
del bebé a nuestro perro. Debemos tener especial cuidado en no transmitir a
nuestra mascota ningún signo de excitación. No es nada recomendable castigar al
perro cuando se acerque al niño para investigar, siempre con nosotros
presentes, ya que asociaría al bebé con experiencias negativas (esto es algo
que suele ocurrir mucho, nos solemos exaltar en cuanto se acerca). Debemos de
animar al perro a que se acerque al bebé, pero de una forma calmada. Siempre de
forma calmada, tanto él, como nosotros. Mientras lo haga de esta forma, es muy
recomendable premiar a nuestro perro con voz suave, y caricias relajadas.
Debemos transmitir serenidad. Es un momento maravilloso para la vida de toda la
familia.
No debe prolongar mucho tiempo la primera toma de contacto. Al
igual que hemos dicho antes, el proceso de presentación debe ser de forma
gradual.
IMPORTANTE
“Nunca dejaremos al bebé a solas con nuestro perro, ya
que podría producirse un accidente. En todo momento, tanto el bebé como el
perro, estarán bajo nuestra vigilancia. Los niños jamás han de quedarse sin la
supervisión de un adulto.”
Cuando el recién nacido llega a
nuestra casa, es habitual que lleguen a casa visitas para dar la bienvenida a
nuestro hijo/a. Cuando esto sucede, debemos fijarnos en no dar de lado al
perro. En este tipo de casos, debemos animar a las visitas a que le den algún
premio a nuestro perro, o que jueguen con él. Que se sienta integrado, y parte
de la celebración. Así nuestro perro no se sentirá desplazado por la llegada
del bebé.
- Como evitar los celos-
Esta es sin duda una de las
primeras cosas que nos preguntamos cuando un nuevo miembro llega a nuestra
casa. Es comprensible entender que cuando el bebé llega, todo nuestro tiempo es
poco para dedicarle, por lo que es igualmente razonable que nuestro perro llegue
a interpretar esto como que nuestro hijo es el único depositario de toda
nuestra atención. Por tanto, si el bebé no estuviese, o mejor dicho si no está,
él pasaría a ser el centro de atención. Este es el motivo principal por el que
nuestro hijo se puede convertir en un competidor para el perro. La obtención de
nuestra atención.
Para que esto no ocurra debemos
hacer que el perro reciba más atención cuando el bebé está presente, que cuando
no lo está. Cuando el bebé no está en presencia del perro, debemos reducir las
caricias, los premios etc. a nuestro perro. Debemos entender que esto ha de
hacerse así.
Es importante que nuestra mascota asocie que todo el cariño,
juego, y recompensas que se le da, le es ofrecido en presencia del bebé.
Importante.
-La
educación del niño-
Según la mayoría de especialistas,
la convivencia con un perro (con casi cualquier animal domestico) es muy
beneficiosa para los niños, ya que contribuye a la sociabilidad, y al desarrollo
cognitivo del mismo. El niño será más educado, y tendrá un mayor sentido de la
responsabilidad.
¿Cómo enseñar a nuestro hijo a interactuar con nuestro
perro?
-
Hay que comprender que no debemos preocuparnos si
nuestro perro lame a nuestro hijo, ya que siempre y cuando nuestro perro esté
en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, no existe un riesgo extremo para
nuestro hijo.

-
Debemos coger la mano del niño con la nuestra, y
enseñarle a acariciarlo con suavidad ya que, normalmente, en los primeros años
de vida, el niño tomará al perro por un juguete, y podría hacerle daño.
-
No debemos reñir al niño con voz fuerte, o de forma
desproporcionada, delante del perro, ya que nuestra mascota podría sentirse
obligado a corregir al niño en cualquier momento.
Es comprensible que cuando
estamos embarazados, o nuestro bebé acaba de llegar a nuestra vida, no tenemos
el tiempo necesario para ponernos en manos de un profesional, a menos que no
exista otro remedio. Sirvan estas líneas de ayuda a todas aquellas personas que
se encuentren en la maravillosa transición de ver aumentada su manada.
Enhorabuena.
Dedicado a
Laia.
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