14 abr 2013

LA LEYENDA DE THOR

QUISIERA DEDICAR, CON MUCHO CARIÑO, ESTA HISTORIA A MI MARIDO POR LA PERDIDA REPENTINA DE UNO DE SUS DOS GRANDES PERROS DE RAZA ROTTWEILER:


LA LEYENDA DE THOR

La leyenda que a continuación vais a leer está basada en hechos reales y ocurrió a principios del siglo XX en Gistain, un pueblecito del Pirineo aragonés. ¡Que contento iba Pedro con su nuevo regalo de ""Alemania""! A Pedro, pastor de oficio le acababan de traer de un pais muy lejano un cachorro de Rottweiler, una raza según le habían dicho muy buena para cuidar ganado. Thor era un cachorro de Rottweiler de unos 6 meses, juguetón y travieso´, que en cuanto vió las ovejas se puso a juguetear con ellas, las cercaba ora por un lado, luego por otro, como si lo hubiese estado haciendo toda la vida. Pedro estaba cada día más orgulloso de su nuevo can, qué fuerte está y qué sano. Pedro siempre iba acompañado de Thor, incluso cuando iba a la cantina a echarse unos vinos con los amigos. Thor poco a poco se fué convirtiendo en un gran macho de aspecto fiero y temible, y no eran pocos los que le decían a Pedro:""Ya puedes tener cuidado con ese bicho, un día te ha de matar las ovejas"" ¿no te das cuenta el poder que tiene ese animal? Más te valdría matarlo antes que te haga una mala jugada a tí o a cualquiera de nosotros. Pero Pedro se reía y pensaba: ¡Dios, que envidia tienen de mi chucho! Una tarde de febrero empezó a nevar y nevar y Pedro tuvo que encerrar el ganado antes de lo normal, el frío era muy intenso y Pedro se metíó en su covacha al amor de la chimenea. Se preparó un buén platico de sopas de ajo. Las que sobren se las echaré a thor,pensó, lleva todo el día trabajando y he descuidado su comida. Al cabo de un par de horas, Pedro con las sobrás de su cena salió afuera y llamó repetidamente: Thor, Thor, toma, ven a cenar algo. Pero Thor no vino. Pedro insistió un buen rato y al no obtener respuesta se metió en su casa medio aterido de frío. Después del duro trabajo del día y de la buena cena, Pedro no tardó en quedarse dormido. Al cabo de un buen rato Pedro se despertó sobresaltado,acaba de oir gruñidos y las ovejas corrían enloquecidas por el redil. ¡Que ocurre Dios mío, están enloquecidas! Pedro, cogió su luz de carburo y una vieja escopeta y salió rápidamente afuera. Lo que vió fué desolador, en la misma puerta una cordera degollada en su última agonía, tres metros más afuera otra oveja más pataleando, cosida a mordiscos y casi pegado a ella estaba Thor, de pié, orgulloso, su boca llena de sangre y su mirada no era como la de siempre, era una mirada de muerte. Maldito perro asesino, traidor, ya me habían advertido contra tí y no hice caso pero esta será la última. Pedro levantó seguro su escopeta y apunto al pecho de Thor, no podía fallar. De repente la mirada de Thor se volvió de incomprensión, no sabía lo que estaba ocurriendo, su amo le había gritado, pero ¿Por qué? Pedro con el dedo en el gatillo estaba a punto de disparar cuando por el rabillo del ojo vió algo extraño inerte en el suelo, era un lobo,un lobo muerto. Diez metros a la izquierda otro lobo malherido que apenas podía correr intentaba escalar la tapia de piedra para huir.

Una historia para recapacitar sobre el mal que la sociedad en general le está haciendo a estas razas por la incomprensión de las mismas.

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